Germán
Palomo García
18-septiembre-2018
Un interesante análisis del Diario El Tiempo
(12-09-18) señala la importancia de la inversión extranjera en Colombia pero
también la dependencia que sigue mostrando la economía colombiana de los
sectores básicos. En el primer caso, 675 compañías extranjeras aportan la
tercera parte del comercio exterior del país (exportaciones e importaciones).
Según el Banco de la República, que conforma la balanza de pagos que es la
fuente de este comportamiento, en el primer trimestre de este año, las rentas
sumadas de las empresas extranjeras sumaron 2.217 millones de dólares con un
aumento de 25.2% en relación con igual periodo de 2017. En el segundo caso,
estos resultados confirman que los sectores de productos básicos o materias
primas siguen primando en el país. Mientras las petroleras giraron a sus casas
matrices 270 millones de dólares más en el periodo analizado, las empresas de
comunicaciones aumentaron 163 millones de dólares y las mineras en 126
millones. Pero en la industria manufacturera, estos giros se redujeron 53
millones de dólares, las dedicadas a los servicios financieros se redujeron sus
giros en 39 millones y en 30 millones los de las empresas prestadoras de
servicios de electricidad y gas.
Independiente de las causales que motivaron
este comportamiento, es un hecho que la llamada Inversión Extranjera Directa,
IED, es clave para el desarrollo del país pero también lo es la tarea siempre
pendiente de la diversificación de la economía. Es cierto que ha llegado IED al
sector comercio y también a la construcción pero esta tiene que promoverse con
más fuerza. En el caso de nuestro departamento, siempre he insistido en
convocar esta inversión en los sectores de mayor potencial como el turismo, la
agroindustria y las demás apuestas productivas pero para ello se necesitan
proyectos empresariales serios y bien estructurados que es lo que poco se hace
para atraer potenciales inversionistas extranjeros o foráneos pues dentro del
mismo país es posible encontrar interesados en nuestros sectores. Un buen
ejemplo de atracción de inversión extranjera es la producción de marihuana
medicinal con una firma canadiense con un inversionista huilense. Tenemos
recursos, vale decir, potencialidades pero debemos convertirlas en realidades.
Un pequeño cuestionamiento que siempre recuerdo: ¿Por qué no hemos desarrollado
el termalismo con el que contamos cuando a nivel mundial es una estrategia
ganadora?